Por Nélida Puerto

En ese otro mundo, que no recuerdo,
tú y yo éramos el vacío
y no puedo develar
lo recóndito de esta huella.
Allí es donde el tiempo te ha tatuado,
tu maldición escala el laberinto de mi cuerpo
nunca el sobresalto de mi soledad,
no me duele el pasado que no tuve
y tú no me recuerdas.

 

Por Amador Calvo

Yo vengo de todas partes…

        José Martí

Yo vengo de un surco abierto,
de la semilla y la planta,
donde el gallo fino canta
en la esquina de mi huerto.
Vengo también del incierto
sueño del madrugador,
vengo del naranjo en flor
en el campestre retiro
en donde canta el guajiro
una décima de amor.

 

Por Francisco Madrigal

 

De generación en generación de cumanayagüenses ha llegado hasta nuestros días, casi ya como una leyenda, la historia de un circo que visitó nuestra localidad antes de la Revolución y que traía como atracción principal un mago y malabaristas, que realizaron tres funciones en nuestro pueblo.

El mago realizaba numerosos números como sacar palomas del bombín, anudaba pañuelos y otros muy aplaudidos; pero no sucedió igual en la segunda y tercera noches, porque una viejecita que estaba sentada en la primera fila importunaba al ilusionista revelando sus trucos.

 

Por José Oriol González

 No tengo dudas
de que la muerte anduvo cerca,
buscando viajeros para su tren,
pero al verte desnudo
sobre mis sábanas
rezo un padrenuestro por nosotros
y se fue a reclutar a otros mortales,
que al amanecer,
no tuvieran nada que contar.

 

En La Sierrita, el Día de la Candelaria

A pesar de los innumerables riesgos que comporta este período de aislamiento que nos impone la Covid 19, la Casa de Cultura Habarimao ha realizado online una serie de actividades en pos de continuar poniendo en alto el ímpetu cultural. De ese modo, el pasado día 2 del presente mes de febrero, se efectuaron algunas acciones culturales en La Sierrita, en torno al Día de la Candelaria, fecha en que tradicionalmente se ha efectuado la Jornada de la Cultura de esa comunidad. Dirigidos por los promotores

 

Por Dalia C. Arocha

 

A las 9:45 p.m. del día 19 de febrero de 1963, a la temprana edad de 43 años, se extinguió la vida de uno de los cantantes y compositores más geniales que haya dado Cuba: Benny Moré, quien por sus grandes méritos en el arte de la música se ganó los epítetos de El Bárbaro del Ritmo, así como de El Sonero Mayor.

Nacido en el seno de una humilde familia en la villareña Santa Isabel de las Lajas (actual provincia de Cienfuegos), sus funerales dieron la medida de su inmensa popularidad. Desde que se supo la noticia, una gran multitud de pueblo lo acompañó, pues su muerte conmovió a todos los sectores de la población.

Por Jorge L. Machado

                   a mi madrecita del alma

Te he sentido pujarme,
cantarme tus amores
y beber de tus ojos y los míos.
Te he sentido sudar mi fiebre,
soñarme en vigilia y auditarme los huesos,
los pasos, la risa.
Sería pues pecado negar
no proclamarte santa,
no llamarte futuro,
espuma, horizonte… bandera.
Y amanecería llorando el tintero
y me quedarían solo el alba y tu olor.

 

Por Magalys Ojeda

 

                  Con amor para Tony Pozo (Lolo)


Hermano mío:
En el año de gracia del Señor
bendígame por ser
una mujer
más viva.
Aquí estoy a tu espera
con ese aire freudiano
que en nuestra niñez comulgamos
con los chivos y los patos.

 

Por Yusbiel J. León

Aquí me tienes sin ti,
estando en ti sin dejar
que tú consigas estar,
estando lejos, sin mí.
Este cariño que fui
se volvió amor por quererte,
y aunque al fondo de la suerte
de estar juntos me destierro,
estoy viviendo un entierro
de penas por no tenerte.

Te anuncias, te ausentas, pasa
el tiempo, yo detenido
justificando el sonido
del silencio de la casa.

                          

Por Claudia Teresa Cabrera

                     Para Emiliano Sardiñas

Te alzas con tu voz, poeta,
dando el alma bajo techo,
y con claridad tu pecho
palpita en cada cuarteta.
Yo abrigo en una libreta
tus versos de trovador,
pues con fe de soñador
vas animando mi hogar.
Porque cantas, y al cantar
me dejas un ruiseñor.