Por Pepe Sánchez

Parva luz que me aguardas entre leños
de soledad al fuego destinados.
¿Con qué abrigar los grises despoblados
de estos días que alargan viejos sueños?

¿Dónde están los azules halagüeños,
aquel cielo de potros desbocados,
los patios del candor, esos aliados
de ayer que despertaban mis empeños?

Parva luz como lluvia de aquel marzo
en que me busco, haz de cada estancia
sueños para los días de hambre y frío.

Cómo decirte si este ser que esparzo
es el perdido duende de la infancia
o el abismo que surca mi navío.

 

La belle époque

              Al cor gentil rempaira sempre amore

                           Guido Ginizzelli

Ser el mítico Dante enamorado
de una muchacha de mortal recuerdo.
De aquellos argonautas el más cuerdo
que en ningún puerto vio su amor varado.

Ser Ulises, de tálamo labrado
en un olivo de común acuerdo.
De aquel filibustero en que me pierdo
el corazón gentil que me ha faltado.

Ser a la vez el puerto y el navío.
Sólo que para tanto amor y brío
siempre nos falta ancla, mar y el tempo

giusto para el mañana y lo vivido.
Y soy sólo un romántico perdido
con el cauto disfraz de viejos tiempos.

 

Aprendiz de jugador

Algunos hombres hacen de la suerte
un arte. Yo he tenido que patearle
el trasero. Con estas manos darle
vida a un pozo de sangre y diaria muerte.

Algunos hombres llevan varias voces
en su equipaje por si cambia el cielo
de color. Yo aposté todo el desvelo
a un solo adiós de sueño y sed atroces.

Algunos hombres miran cómo el viejo
Tahúr parte las cartas, temerosos
del odio que marcaron ellos mismos.

Yo me bebo la vida con su añejo
golpear en mi puerta, sus acosos.
Aunque aprendiz, apuesto en sus abismos.

De: Sueños del tiempo. Reina del Mar Editores, agosto de 1996.

Con este sonetario fue inaugurada en el año 1996 la editorial Reina del Mar Editores, perteneciente la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de Cienfuegos, la cual cumple este 2021 su primer cuarto de siglo de fundada. (N. del E.)