A ti que sabes
Y a mí que te extraño
Por Yusbiel J. León
(Anoche soñé). Una vela,
Dos copas y algo de vino,
El amor nos dio un atajo:
A la soledad, nos fuimos
Al calor de las miradas
Donde estorbaban los hilos
Con que vestías tu olor
—Frágil blancura de lirios—.
Fuimos al mar, los relojes
Nos invitaron a irnos
A pagarnos un puñado
De besos que nos debíamos
(Hay que pagarse las deudas
Cuando de amarse es el fisco).
Caminamos por la arena,
Se le oyó al mar un suspiro,
Y lo eché en un caracol
Para si corro el peligro
De que se borre mi nombre
Puedas en su concha oírlo.
Un manto negro en la orilla
Fue en el deseo tendido,
Piedras de cuarzo, una vela,
La noche barrió los ruidos...
Te abrigué el dorso con besos
Porque te estorbaba el frío
Y tú parecías no estar
En ti, por haber salido
A revisarme las ganas
De cumplir este capricho,
Mientras goteaba en tus ojos
Más paz que de los domingos.
Desabotoné tu piel
Beso a beso sin el mínimo
Apuro, a ver si una hora
Se nos convertía en siglo.
Tú recogiste unas uvas
Y con el gotero íntimo
De tus labios gota a gota
Bebieron mieles los míos...
Y regresé de mi sueño
A beberme el vino tinto
Y seco de tantas horas
En las copas del cariño.