Por Yusbiel León 

 

Frente a las puertas saladas
oxidadas por las hiedras,
el silencio de las piedras
pasta por las madrugadas.
Las calles desafinadas
cantan el polvo del día.
Y por su estirpe bravía
cargan en su andar violento
con un frontil de cemento
los bueyes de la bahía.

 

 

Por Claudia Teresa Cabrera   

 

           …conmigo va siempre…
          el recuerdo de mi madre…

                         J. M.


Abrazo en alma a la rosa
que transpira con amor,
porque un sueño trovador
ha iluminado mi glosa.
En cada madre reposa
lo noble de su reflejo,
mientras el gentil consejo
le retrata la sonrisa
siempre noble, que sin prisa,
es del cristal un espejo.

 

 

Por Orlando V. Pérez

 

Desde la cocina
me llega el olor áspero y profundo del carbón
cuando empieza a hacerse llamas.
Afuera, la penumbra va diluyendo las casas y la calle
en un humo negro y espeso
para solo permitir el llanto de una niña
que se va apagando poco a poco.
Dentro de mí, cae la ausencia,
sin una palabra ni un emoji,
como si con la noche también
cayera un gato muerto de negrura.

Por Mayda Palazuelos

 

El garaje donde parqueo, está bajo este edificio. En temporada de primavera se llena de gorriones ese techo.
     Los padres vienen para alimentarlos pico a pico, los veo volar y les hecho pedacitos de pan (comida de gatos) partida bien chiquitita, los pone preciosos!; tiene muchas proteínas.
     A los pajaritos no los puedo ver, están escondidos entre el techo y los tubos y los carros abajo, no los puedo socorrer y a veces sus padres no pueden regresar: han ido lejos buscando algún granito de algo, puede ser arroz, pan, pedacitos pequeños de carne, muy bien picados o comida para perros o gatos,  un poco triturada para que le quepa en su pico.
     El asunto es que a veces bajo a lavar mi carro tarde en la noche y siento ese profundo lamento de los pichones en desesperación.
     Al otro día, es tarde, desaparecieron sus voces, sus padres no pudieron regresar… 

 

 

Por Pedro L. Morales

 

Novia de Cumanayagua
que sobre su costa duerme
como una figura inerme
que bañan el sol y el agua.
Ojos verdes de yamagua,
agueditas, palmas reales,
eucaliptos, cafetales,
dagames, pinos, helechos
que succionan de tus pechos
por los frescos manantiales.

Por tus ojos plañideros
brotan las lágrimas esas
que llenan ríos y presas
al bajar por los senderos.

IMG 20230326 WA0010Juan Froilán Álvarez García nació en Cumanayagua el 5 de octubre de 1954. Su padre, profesor de música, influyó en su afición por esta bella arte, en especial por la  guitarra.
     Sus comienzos en el movimiento de aficionados se remontan a la adolescencia, cuando el instructor de Arte Orlando Rodríguez lo incluyó en grupos musicales estudiantiles en Cumanayagua, y después en Topes de Collantes, donde cantaba, tocaba la guitarra, el contrabajo y la percusión menor.

Por Orlando V. Pérez Cabrera

 

20230427 100911La Jornada de la Cultura en Cumanayagua (Cienfuegos, Cuba), que partió de un emotivo acto inaugural frente al Cine Arimao el día 27 de abril del presente año —donde se brindó un lucido y emotivo espectáculo con la participación de la Banda Municipal de Conciertos, el dúo “Así Son”, los versos repentistas de Yusbiel León (quien poéticamente pronunció el discurso inaugural)—, y culminó con una fiesta nocturna el 3 de Mayo, Día del Cumanayagüense, contó con un variado programa de actividades por parte de las instituciones culturales y actores y promotores de la localidad.

Por Nicolás Águila

 

La pena por la que peno
la pena que tengo yo
es pena por la mañana
y por la noche penol
una pena con penalti
cero hit cero jonrón
pena que se me dispara
pena que causa dolor
¡larga y penuda la pena
la pena que tengo yo! 

 

 

Por Yannit Pozo

 

me he sentado a ver cómo
suplicante y moribundo
el día se arrastra a mis pies

no sabe que ya es tarde
muy tarde
porque me lo viví completo.

 

rendirse

saber que el tiempo pesa más que todo y que todos
saber que un trozo de vidrio se parece tanto
     a nuestra alma
saber que el ocaso se comerá las memorias
saber que no hay mucho que saber

el tiempo nos ha desgarrado la garganta y la inocencia
el poniente será nuestra bóveda         fría
          sin misterio alguno
rendirse

Por Nicolás Águila

 

El criminal siempre vuelve al lugar del crimen. Y el cumanayagüense ausente recala por la esquina del Liceo para reunirse con los viejos amigos y ver la banda pasar por el Prado en la procesión del 3 de Mayo. No hay escapatoria. Si no vuelves con tu tango a cuestas y la frente marchita, haces tu viaje imaginario por los caminos de la nostalgia. Pero por nada del mundo hay que perderse la matiné y el baile por la noche. El 3 de Mayo es sagrado. Es el Día del Cumanayagüense.