Por Lágrimas de Condesa

 

Huyen mis mariposas,
Huyen en mis lágrimas, se van nadando en esos ríos profundos
Se me van lastimadas, escapando del dolor
Escapando de su nombre
Se me escapan mis mariposas

Esas que

Revoleteaban en mi estómago alegres
Unas fueron muriendo en desesperanza
Otras sobrevivieron y se escapan en mis llantos.

 

Busco poeta


que sea fan de mis libros favoritos
que se apasione con el aroma de café y el libro añejo.

Busco poeta
que le dé sentido a esta olvidada tinta
que vuele junto a mis alas
camine a mi lado siendo locos soñadores.

Por Antonio Gala

 

No por amor, no por tristeza,
no por la nueva soledad:
porque he olvidado ya tus ojos
hoy tengo ganas de llorar.

Se va la vida deshaciendo
y renaciendo sin cesar:
la ola del mar que nos salpica
no sabemos si viene o va.

La mañana teje su manto
que la noche destejerá.
Al corazón nunca le importa
quién se fue sino quién vendrá.

Tú eras mi vida y yo sabía
que eras mi vida de verdad,
pero te fuiste y estoy vivo
y todo empieza una vez más.

Cuando llegaste estaba escrito
entre tus ojos el final.
Hoy he olvidado ya tus ojos
y tengo ganas de llorar.

 

 

Por Constantino Cavafis

 

Cuando te aventures hacia Ítaca,
desea que largo sea el camino,
repleto de peripecias,
repleto de saberes,
no temas a los Lestrigones,
ni a los Cíclopes,
ni al encolerizado Poseidón,
en tu camino nunca te los encontrarás,
si permanece elevado tu pensamiento,
si una selecta
emoción roza tu ánimo y cuerpo.
Ni con los Lestrigones,
ni con los Cíclopes,
ni con el fiero Poseidón te toparás,
si no los arrastras contigo en tu alma,
si tu alma no los pone ante ti.

Por Julio Cortázar

 

Creo que las cosas imposibles se pueden conseguir, que los besos con los ojos cerrados son los únicos que cuentan, que las heridas no siempre cierran, y que todo el mundo se enamora alguna vez.
     Creo que quien te quiere se queda, que tiene más cuenta buscar a alguien que limitarse a esperarle, y que si no luchas por esa persona luego no puedes ir llorando por los rincones.
     Creo que nos empeñamos en hacer las cosas más difíciles de lo que son. Creo que un mundo mejor es posible, y sobre todo creo en las personas que luchan para conseguirlo.
     Creo que después de llorar siempre hay quién te saca una sonrisa. Creo que hay que disfrutar del ahora. Creo en el destino, y creo que nosotros mismos lo elegimos".

 

Por  Jaime Sabines

 

No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Por Vicente Huidobro

 

(fragmento)

¿Por qué quieres salir de tu destino?
¿Por qué quieres romper los lazos de tu estrella
Y viajar solitario en los espacios
Y caer a través de tu cuerpo de tu zenit a tu nadir?
No quiero ligaduras de astro ni de viento
Ligaduras de luna buenas son para el mar y las mujeres
Dadme mis violines de vértigo insumiso
Mi libertad de música escapada
No hay peligro en la noche pequeña encrucijada
Ni enigma sobre el alma
La palabra electrizada de sangre y corazón
Es el gran paracaídas y el pararrayos de Dios
Pegado a tu camino como roca
Viene la hora del sortilegio resignado
Abre la mano de tu espíritu
El magnético dedo
En donde el anillo de la serenidad adolescente
Se posará cantando como el canario pródigo

Por Francisco Luis Bernárdez

 

Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

 

 

Por Luis Cernuda


              
A la memoria de Federico García Lorca


Así como en la roca nunca vemos
la clara flor abrirse,
entre un pueblo hosco y duro
no brilla hermosamente
el fresco y alto ornato de la vida.

Por esto te mataron, porque eras
verdor en nuestra tierra árida
y azul en nuestro oscuro aire.

Leve es la parte de la vida
que como dioses rescatan los poetas.

El odio y destrucción perduran siempre
sordamente en la entraña
toda hiel sempiterna del español terrible,
que acecha lo cimero
con su piedra en la mano.

Por Federico García Lorca 

 

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

 

Por Jorge Luis Borges

 

De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido

a quien prefija omnipotentes normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejen y tejen esta vida.

Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido…
¿Quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?

Tras el cristal ya gris la noche cesa
y del alto de libros que una trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.


Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de mampostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.