Por María T. Campechano

 

La memoria de tu piel se diluye en la distancia.
     Píntala con palabras para que permanezca aquí en estos lejanos años.
        Ha habido noches en que he prestado mis manos al anhelo de que las tuyas transiten por esta piel que lenta y suavemente va perdiendo tu huella.
         Pinta, píntala siempre de colores sucesivos.