Por Maité Diola Mirabal

No me gusta cuando abuela me manda a jugar para conversar con mamá y papá.
A veces me pongo a oír detrás de la puerta. Hablan muy alto, pero casi siempre es por lo mismo, bajo a jugar con mis amiguitas del barrio.

Cuando subí vi a papá con una maleta, a la abuela muy seria y a mamá llorando. Entonces pregunté qué significaba esa maleta. Nadie me respondió.

Después de echar la ropa, me pasó la mano por la cabeza, me dio un beso y se fue. Llorando corrí hacia donde estaba abuela y me senté en sus piernas.

 

Por Sarahí Pérez Lima

El amor es mariposa
de trastocado color;
es un invierno muy frío
con instantes de calor.

Nuestro amor, como un jinete,
me espolea el corazón.
Pero sé que es un viajero
sin paradas ni estación.

Con este poema la autora participó en el Encuentro-Debate Nacional de Talleres Literarios Infantiles (Ciego de Ávila, septiembre de 2018). (N. del E.).

 

Por Robert William Fuentes Rodríguez

La tragedia sobrevive
hasta el final de la página,
con su memoria escondida
que se eleva donde el alma;
donde una mano, no es mano,
no borda más de su magia.

            a Liwi, Ricardo y Antonio Chao

 Por Miguel Pérez

El caballo de bambú
lleva sonidos por dentro
como el río
como el aire
como el mar
y como el viento.

El caballo bambú
fue el regalo de mi abuelo
que por el puerto lo trajo
en el bote de los sueños.

 

Por Dianis Esther Barbán Suárez

Zapatillas encantadas
de la ciudad escondida
princesas llenas de vida
parecidas a las hadas
Las niñas enamoradas
revolotean la flor
con romántico dulzor
se levantan hasta el cielo
en un mágico pañuelo
danzan los versos de amor.

 

Por Elizabeth Álvarez

 

Llegó la primavera y con ella los jardines se matizaron mágicamente, como abrir y cerrar de ojos.

La gente del pueblo admiraba las flores del viejo Juan; él era un gran jardinero, celosamente sembró muchas variedades de rosas y otras delicadas flores. Buscaba la flor perfecta, y aunque era feliz con su jardín, la vida no le fue tan propicia.

Por Hilda A. Mas

Doña rana y don sapito
en el agua muy temprano.
Doña rana se ha bañado,
y en el charco que está helado,
don sapito la ha esperado. 


Mi perro zalamero

Ay, mi perro Caramelo
corre y corre callejero
con orejas terciopelo
y su rabo zalamero.

 

Por Maritza González

La señora Cotorra se lo contó a Bijirita; esta, a Zunzún; Zunzún, a Paloma Torcaza, quien decidió mandarle un mensaje al señor Sijú Cotunto, que sería el más interesado en ayudar, porque es de su familia y tiene la misma costumbre, en noches de luna llena, de remontar el vuelo hasta las nubes y regresar alegre y esplendoroso.

Por Claudia T. Cabrera


Soy lagarto que en patines,
hago saltar mis carreras,
asombrando las quimeras
con su pista entre confines.
Me pongo los escarpines,
y con la corbata roja
presume mi pata roja.
Y si estiro la cabeza
la otra se figura tiesa
y el corretaje me afloja.

Con este texto la autora obtuvo Mención en el Encuentro-Debate Provincial de Talleres Literarios, en la modalidad de literatura para niños (diciembre de 2020).

 

Por Mariam Aguilar

No hace mucho tiempo de eso, fui a buscar el dientecito que se me había caído días antes y lo había puesto en una mesita dentro de mi cuarto. Y entonces, cuando lo fui a coger, ¡ya no estaba! Le dije a mi mamá que me ayudara a buscarlo, y mira que registró en todos los lugares, pero tampoco lo encontró.

  Parece que ese ratoncito de verdad existe. Porque… ¿quién si no él, se iba a llevar mi diente? ¡Eh, si es hasta de nuestra familia, por parte de madre!