El acceso al servicio eléctrico ha sido una de las mayores aspiraciones de la población cubana debido a su positiva influencia sobre el mejoramiento y mantenimiento sistemático de sus condiciones de vida que contribuyen a la garantía de su bienestar, nivel y calidad de vida. En este sentido el estado cubano desarrolló durante el periodo comprendido de las décadas de los años 60 y la de los años 80 un gigantesco plan de electrificación del país, sustentado en una potente infraestructura energética sobre la base de Centrales Termoeléctricas y combustible fósil, garantizándosele el servicio eléctrico mediante el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) a más del 96 % de las necesidades de la población.
A partir de 1991, las difíciles coyunturas internacionales en las que Cuba se ha visto inmersa han tenido una repercusión adversa en la economía nacional. A pesar del colosal esfuerzo que ha realizado Cuba le resulta imposible sustraerse de sus efectos negativos y cuyas consecuencias padece ya por varios años y le ha sido imposible avanzar más aceleradamente en este programa de electrificación particularmente en las zonas montañosas y otras zonas de difícil acceso en el país, que ocupan una extensión territorial de aproximadamente el 18% del territorio nacional, involucran 49 municipios de 8 provincias, una población total de 720 000 habitantes, lo que representa aproximadamente el 6.5% de la población total del país los cuales se distribuyen en 977 asentamientos concentrados y un grupo de asentamientos dispersos para una densidad de población de 77 habitantes por km2, y donde el nivel de electrificación rural por todas las vías y fuentes es de solo el 81%.