Por Silvia C. Valdés

 

Qué me ofreces, marinero,
a cambio de mi velero?
Un pedazo de tu mar
acabado de cortar?
Una porción de la arena
donde tu nave carena?
O la brisa que en tu playa
corretea y se desmaya?
Ay, amigo marinero...
yo no cambio mi velero
ni por todo el litoral
con caballo de coral.
Ni por la mayor fortuna,
ni siquiera por la luna!!! 


De: El libro de los conjuros