(Y a mis zapatos, por supuesto)
Por Yusbiel J. León
Cuando las calles te cruzan
Los dolores de las suelas
El polvo sabe de ti,
De tu culpa o tu inocencia,
Comentan de tus caídas
Las marcas sobre las piedras
Y las llagas del tropiezo
Duelen menos que las lenguas.
El cupo de manos blancas
No excede a las almas negras,
Pero salir es mejor
Que temer a las callejas.
Tropezar es importante
(A que lo esquives, te enseña).
No salir por tropezar
Hace que el camino duela:
No hay más polvo en el desierto
Que drama en una epopeya,
Cada cual de sus caídas
Lo que le importa, nos cuenta.
Por eso es que hay más molinos
Que locuras quijotescas
Y el pensamiento es un lujo
Con el que ya pocos sueñan
Mientras terminan los pasos
Y las suelas son eternas
En un tropiezo que acaba
Y un camino que no empieza.