Por Orlando V. Pérez

La noche iba colgada a mi cintura,
pero el orto la luz estremecía
como a una pesadilla el claro día,
como volcar el Sol en la pavura.

Parva estrella, cayendo de la altura,
sembraba un surco entre la niebla umbría,
y el alba poco a poco se bebía
la magia astral del eco en la espesura.

El cabello, los ojos, el aliento;
las manos, la esperanza, el alimento:
todo llegó de ti en un gesto undoso.

Se disipó la sombra en la ventana,
la cintura cargó con la mañana
mientras cantaba el agua desde el pozo.

Con este soneto el autor obtuvo Segundo Premio en el Concurso 8 de Marzo 2021, convocado por la Casa de Cultura “Eloísa Álvarez Guedes”, de Habana del Este. (N. del E.).