Por Yusbiel J. León
Sepultado bajo el ala
de la tristeza (momento
donde todo hiere) el viento
tu fragancia me regala
en un espejismo. Exhala
mi evocación tu perfume
y el recuerdo que te asume
en la boca que no besas
al saber que no regresas
pliega el ala, se consume
en la hoguera de tu ausencia:
es el dolor. Las cenizas
huelen a tardes plomizas
que llueven sobre la esencia
que se va. La penitencia
en viejas llamas ahogando
mis ilusiones. Gritando
se escuchan llorar al fondo
mis ojos que del más hondo
sueno te siguen sembrando
miradas en tu distancia,
y tu: lejos del dolor
no sabrás que por tu amor
fui cenizas. Si en el ansia
de amarte hiciera una estancia
inesperada en la muerte
iras conmigo. La suerte
de morir vivo en tu esencia
no hará notar esta ausencia
que llegó de no tenerte.