Por José Oriol González

 No tengo dudas
de que la muerte anduvo cerca,
buscando viajeros para su tren,
pero al verte desnudo
sobre mis sábanas
rezo un padrenuestro por nosotros
y se fue a reclutar a otros mortales,
que al amanecer,
no tuvieran nada que contar.

Poema 1

 a Jose Luis, carretonero de 19 años

Vienes, casi amaneciendo
                                        bajando por la polvorienta calle
                                                                                      con tu carromato azul y tu caballo flaco...
Y otra vez me conmuevo de ver,
tanta ternura, magullada, para vivir.
Vas
subiendo la calle
con el tatuaje en tu único pie y en tu único brazo,
que permite distinguirte,
entre los cien jinetes idénticos que pasan.
Curiosamente, ellos son indiferentes, ninguno sonríe,
ninguno lleva un arete dorado,
ninguno tiene los ojos entrenados para mirar el sol naciente....
La noche te sorprende en los pastizales,
te acuestas y levantas con encargos.
Duermes, con tus huesos húmedos y cansados,
abrazado a una mujer a la que tienes lástima,
esperando un amanecer de gentes diversas,
para que les lleves a cualquier lugar....
En otra dimensión del tiempo, simulas lo que pudo ser:
el grumete de un barco pirata colado como polizonte en travesía,
un pilluelo de mercado que roba para no morirse de hambre;
un chico con miedo de ser feo, que teme al qué dirán.

Al comienzo de los días
estas tú, solito en el umbral del día,
con cierto olor a bestia sudada
y garrapatillas incrustadas en el cuerpo
que te chupan la sangre.
Esperas, sin saberlo, que alguien te abrace,
te proteja del frío, te sane las heridas ...
te friccione la espalda,
te diga algo hermoso al oído,
te tome el sexo en una mano y lo acaricie,
para tú devolver la oferta,
pegando nariz con nariz,
colocando un beso tibio sobre la mejilla.

Cumanayagua, 14 de febrero del 2021.

 

Madrugada Cero 

Jugamos a ser otra cosa....
Olvidándonos de tu caballo enfermo,
de la pobre muchacha que se cree tu amor,
del fastidio del teléfono sin carga ni presupuesto....
La incomprensión de tu madre, el olvido de por vida de tu padre.

Jugamos sexualmente a ser,
animales escapados de pandemia:
evadiendo sábanas, médicos, señales, que entretienen la muerte...

Jugamos al goce de nuestros fluidos, a besos de wisky y café,
nalgadas, pequeñas mordidas, lamidos a flor de piel...
jugamos sin prisa hasta el amanecer
a ser hombres con más plenitud que aquellos primarios del Neandertal.

Cumanayagua. Domingo 25 de enero del 2021.
(Sesión entre 12 y 7 de la mañana).