Por Silvia C. Valdés
Los golpes que me han golpeado
silentes, raudos, y lentos,
roncos, agudos, violentos,
son golpes que me han marcado.
... y me pregunto: ¿Qué hado
apagará mi volcán?
...¿Qué carceleros podrán
encerrarme la bravura?
... ¿La inconsistente locura...
qué locos me detendrán?
¿... y quién será mi albacea
si me llegara el adiós?
... ¿A quién legaré mi voz?
...¿Quién encenderá mi tea?
Cuando marche a donde sea
en el silencio forzado,
este corazón minado,
arrítmico en su latir,
...¿ sentirá pena en sentir
los golpes que le han golpeado?
...Nunca logrará la osada
y transparente Verdad
revertirse en Oquedad
o revolcarse en la Nada.
Si fui arroyo o cascada,
ser diluvio me estremece...
Hay un algo que ennoblece
y alivia todo dolor
en la Verdad del Amor
cuando me abraza y florece.