Por Silvia Valdés

 

Poeta, te fuiste un día
tras la huella de un suspiro
y por tu canto guajiro
sollozó la cubanía.
No ha muerto tu poesía,
tu estampa de soñador;
porque vino el ruiseñor
que bajó de la montaña
a cantar sobre la caña
con tu voz de trovador.

 

Tomado de: Bajo el ala de un sinsonte. La Pereza Ediciones (Miami, Fla., EE.UU., 2017). (N. del E.).