Por Orlando V. Pérez
Cachita
Pues sí, la perra Cachita
sus zapatillas perdió.
Perico se las comió:
¡Y la pobre cómo grita!
No puede la bailarina
ni soñar que toca el cielo
y castiga su pañuelo
con su lágrima canina.
Espantapájaros
Espantapájaros vio
que los canteros del huerto
son como un campo desierto
después que Chivo pasó
por ellos y se comió
cada pétalo despierto.
María Moñitos
¿Con los moños que pasó
de la Moñitos María?
Llora y llora desde el día
que Chivo los masticó.
¡Y ya la pobre mulata
no baila ni una bachata!
El negrito del tambor
A Negrito su tambor
don Chivo se lo ha robado
y el cuero lo ha devorado
cual si fuera coliflor.
La rumba, entre grito y grito,
se le ha escapado a Negrito.
La Voz de la conciencia
Chivo Perico, poeta
y músico trovador:
hiciste un cambio de dieta
y te volviste un horror.
Al cambiarte la receta
has causado gran dolor.
Hormiguita
Pero Hormiguita un pinchazo
te dio con su jeringuilla
y la triste pesadilla
se huyó con el jeringazo.
Perico pide perdón
“¡Ay, Lluvia, mi Espantapájaros;
ay, mi Perrita Cachita;
ay, mi María Moñitos;
ay, rumbera, Mulatica;
ay, mi Negro del tambor;
ay, mi preciosa Hormiguita…!:
a todos pido perdón
por el resto de mis días”.
Desde que fue perdonado
se puso linda la vida.