Por Yusbiel J. León

 

Si me lo hubieras pedido
qué importa un diciembre menos
si de los mismos relojes
a gastarme voy y vuelvo.
Quizás no fuera la casa
cómoda para el invierno
ni hubiera tanto domingo
agujereándose el pecho.
Si me lo hubieras pedido
casi seguro en el eco
atemporal de la sangre
no me hincara tanto miedo.
Pero ya fue mucho ruido
tu sosegado silencio.
Me audito lo relevante
de la vida y no te encuentro.
Me cavo al cruzar la espalda
un orificio sin techos
respirándole las tardes
a los horizontes muertos.
Si me lo hubieras pedido
no te estuviera escribiendo.