Por Magaly Ojeda

 

Buscar sus cicatrices
compartir un beso y un café
al alba
bajarle una estrella diferente
cada noche.
Solo quería vivir sin mentiras
recostar mi cabeza
entre sus manos
beberme sus ojos y su risa
sanar el desastre de mis días
entre el calor de su piel
y sus enojos.

Nostalgia

Yo también he sido
una chica mala
perseguida por culpas
y fantasmas

de mi ayer
por el desamor
la tristeza
y la desesperanza.
Palabras vacías
que no alcanzan a decir
cuánto duele la soledad
y la noche sin ti
que no pueden describir
los sueños perdidos
los miedos al acecho.
Tuve sí un amor
de rosas y canciones
poemas ocultos
y señales en el viento.
Te tuve
sin saber que te tenía
para siempre
entre mis labios
mi piel
y mis mañanas.

Vengo a reclamarte

No voy a llorar
con esta daga
viviendo en mi rebelde corazón.
No voy a traicionar tu último mandato.
Fuiste mi sueño inalcanzable
y mi realidad,
encuentros casuales,
sonrisa de viernes feliz
y frustrar la mirada de desnudarte
para mirar tus ojos cielo
hasta que nos robamos/ la inocencia
en una playa perdida
entre las rocas y la luna,
mi piel fuego de tu piel
con sabor a mar y arena.
Gané el premio y perdí
el corazón en un suspiro.
Nos prometimos la eternidad y más de una vida.
Yo quería probar
el vino más seco
la luna más fría
beberme tus ojos
y la tormenta en el espejo.
Tú solo quisiste quedarte a mi lado,
oír mis quejas, curar mis miedos,
arropar mis manos,
guardar mi voz,
llorar conmigo
y levantarme cada vez que me caía.
Ahora
voy a encontrar
nuevas formas
para enamorarte al anochecer
cada vez que te traiciono,
porque este maldito
músculo hueco
tan perdido sin ti
se ha negado
a dejar de latir
y hoy quiere reclamarte.


Monocorde

Amor
mío es el acento
que bailó en tus oídos
mías las horas
manos que lavaron tu piel
con rocío de estrellas
mío es el amanecer
junto a la hoguera
que doró tus ojos
de locas distancias
mías todas las luces
las sombras
y la noche
sin fin
de tono gris
que me has dejado.

Confesión

Señor
ahí dentro
muy adentro
donde
despedidas
desencantos
y tantos olvidos
duelen
que ni contar quiero
ahí
levantaré un altar
comulgaré en tu cuerpo
seré inocente
como entonces
me ofreceré divina
en carne sobre carne
para ser verbo
solo
para volver a matarte.

Tesoro

Baby
no te detengas ahora
lo importante es llegar
aunque seas
la última
en arrastrar esa silla
de atrapar telarañas
y destrozar juguetes
ese será el premio
descubrir
qué hay dentro.