Por Yadira Troche


Con mudeces sobrevivo:
soliloquio aletargado.
De este verbo amordazado
me nace el solo motivo
de crecer. ¿Cuán fugitivo
vuelve mi olor a las voces
reprimidas? ¿Cuáles goces
olvidé como si nada?
Muda, silente, vedada...
bajo tus manos atroces.