Por Raiza Olivera
¡Ay, la margarita!
No teman la amenaza, el deshoje.
Yo desvarío.
Dudo.
No es fortuito cada pétalo
O la decisión errante.
Es el amor
Un punto de partida,
Ya pasaron los años del deshoje,
Ya cambió la estación.
Y yo, para conservar los pétalos
miro, pienso en cada música
cada sonrisa
cada voz.
Jamás arrancaría el pétalo.
Mis sentimientos yacerían junto a él
Y ya no son otros ojos
Que los de los amigos muertos
Que andan por las luces,
O mis corazones viejos
Secos en el camino.
Amo las malas decisiones,
Amo las estrategias fallidas,
Amo los amores incompletos.
Es la orientación exacta
Para seguir hasta la aurora.
La margarita se agita.
El viento le da vida
Y a mí el corazón me late
Como si invadieran la memoria
Todos los abrazos amantes:
Los amigos, la esperanza,
La felicidad.