Por Ricardo Riverón

Crecer en la suavidad
del aire, del aire alumbra los sueños,
aunque con ojos pequeños
nos mire la claridad.
Ya que ser niño es la edad
donde nos vamos quedando,
sin saber cómo ni cuándo,
aunque la luz esté muerta,
siempre que se abre una puerta
sale la noche volando.