Por Daisy Pimentel
“Yo nací en el Abra de Castellón, a mi mamá le dieron los primeros dolores allí, la montaron en una carreta y cuando iban a cruzar el río Hanabanilla me dio a luz, ese río fue mi Jordán. Yo soy… ¿cómo se llama eso? Un sueño carretero (Tomado de: Luis Gómez, un puente que cruza el olvido; entrevista realizada por la Gaceta de Cuba, 2001).
Cumanayagua resulta ser la que marca el límite de principio hasta fin de la vida de Luis Gómez; a pesar de su espíritu bohemio y soñador, siempre regresa a descansar en los brazos de su amada madre tierra, y como buena madre que no olvida a sus hijos, se dedica esta nueva Edición del Coloquio en torno a su natalicio (21.1.1918), realizada esta vez on line.
La Biblioteca Municipal “Tania la Guerrillera”, como fiel promotora del patrimonio cultural de la comunidad, atesora sus textos y les hace una invitación para compartir la obra Luis, proponiendo en esta ocasión Con la llave de un beso (Ediciones Mecenas, 2003). El hecho de que Luis Gómez es un hombre cercano a la bondad y a la necesidad de la belleza, lo hace espiritual y sensible, sensibilidad que puede mostrarse melancólica y profunda en este decimario. En la llave de un beso el autor se desdobla en un conjunto de poemas agrupados en 8 partes: Sentencia de amor, Yo quiero morir aquí, De mi alma un sinsonte vuela, Yo quiero estar en el cielo, A amigos, Reflexiones del camino, Las flores de tu olvido y La soledad del poeta; todas enmarcan reflexiones de su propia vida; sentimientos hechos versos y llenos de filosofía existencial. En ellos el poeta desnuda el alma dejando ver a un hombre humilde, pero culto, capaz de hacer uso del símil un recurso literario eficaz y sugerente. En estas décimas se aprecia la necesidad de desbordar su sentir, como la propia necesidad de respirar, característica que lo acompañó desde la cuna hasta la tumba.
Cantó, en los últimos años de su vida por Radio Ciudad del Mar, en Cienfuegos, en un programa que le condujo Flabio Bosh hijo, titulado “La hora de Luis”. Su última audición ocurrió justo una hora y media antes de morir. En la llave… es el resultado de una recopilación realizada Fabio, trabajo meritorio que nos legó un libro insuperable y necesario para la conservación del legado literario de El Rey de la Carvajal. Haciendo culto a su asombroso nivel de improvisación, cito estas palabras del compilador, aparecidas en la nota de contraportada del libro que hoy reseño: “Te fuiste y en mi bolsillo aún estaba tu última obra, esa que cantaste apenas una hora y media antes de jugar tu último aliento a un gallo fino… y al releerla me gustó mucho un verso que dice que hay cosas que solamente se pueden abrir ‘con la llave de un beso’”.