Por Etianys Alfonso
Creo en mí, en este instinto de corazón viejo, en la sensación de haber latido en otros cuerpos. Soy tan acogedor y soñador como un legendario sauce. Cuando ordenas cerrar los ojos, se que piensas en lo que yo deseo y eres capaz de creer que en el “y si sale bien”, radica nuestro vivir. Y mis alas baten tu ajetreo de endorfinas, que como alucinógenos, nos lanzan en catapulta hacia el éxtasis.