Por Camilo Venegas
Antigüedades
La poesía es el pasado, una flor seca, un relámpago,
aquellos animales que pastaron aquí alguna vez.
Las palabras rimadas son un invento en desuso,
como lo eran ya, desde hace algún tiempo,
el telégrafo, la ópera, los sellos de correo,
o el sonido de los cencerros
mientras los mulos sorteaban,
en nombre de Dios, las fajas del mundo.
La poesía es un náufrago,
una mujer vieja y sucia
que se desnuda ante una multitud.
Nadie por aquí ha visto a la poesía en años,
no se le oye pasar,
ni siquiera en los días de lluvia
o las noches de luna llena.
Acabó por convertirse en una costumbre,
como los golpes que daba el pico sobre la tierra,
cuando Aurelio tumbaba los árboles de aroma
para sembrar el arroz y las legumbres
que comeríamos sobre aquellos manteles
que luego Atlántida tendía al sol,
para que la tarde escribiera sobre ellos
poemas llenos de luz.
4. Matanzas
Este poema se perdió a finales de agosto.
Llegamos a Matanzas en el último tren de la noche
y nadie nos esperaba.
En la calle Medio,
José Jacinto repetía estrofas de Gastón
(quien a su vez tarareaba
cancioncillas de los tiempos de Shakespeare).
La luna llena nos siguió
por el filo de los muros de piedra
y se perdió en ellos cuando ya no hizo falta.
Creo que en el poema
se veían pasar estos peces
que ahora pongo a pelear en tu regazo.
Murieron mientras el gallo de Gastón
cantaba debajo del agua,
atado de una pata al báculo de José Jacinto.
He buscado este poema
por todas partes y no aparece,
se perdió como el último tren de la noche.
Sus vagones llenos de luz ahora sólo pasan
por la palma de tus manos,
mientras repaso en un itinerario
nuestro viaje de bodas,
la soledad de la primera noche.
El pintor de nubes
Durante años, se subió todas las mañanas en un poste de luz
y desde allí pintó nubes de sol a sol.
Ni las lluvias de mayo, ni los relámpagos de junio
y mucho menos los ciclones de octubre
pudieron intimidarlo o siquiera moverlo del lugar.
Con una mano como visera
y atado con una soga de la cintura,
se balanceaba debajo de su flotante obra.
En todo ese tiempo, fue el único oficio que tuvo
y se negó a cumplir cualquier encargo
que lo sacara de aquella nubosa rutina.
Pintó cirros, cúmulos y estratos.
Limitó con cuidadosa exactitud
la formación de sus figuras
y de vez en cuando hundía sus manos en ellas
para lavarse la cara con pedazos de niebla.
Al principio, sólo hizo cielos naranjas y púrpuras,
uego amarillos y violetas,
hasta que una tarde descendió
con uno escrupulosamente azul.
Nunca más volvió a trepar clavando sus espuelas
en el inmenso eucalipto que acababa en una lámpara
del alumbrado público.
A la mañana siguiente pidió empleo en la oficina de correos
y se dedicó a llevar envíos postales casa por casa.
Pedaleaba por la ciudad como si aún estuviera entre las nubes.
*Tomado del libro Itinerario seguido de Afuera. Publicado por Libros del Fogonero,
Madrid, España, 2025.
Camilo Venegas Yero (nacido el 16 de julio de 1967, Paradero de Camarones, Cuba). Escritor y periodista. Desde el año 2000 vivió en Santo Domingo, República Dominicana. Actualmente vive en España. Se graduó en la Escuela Nacional de Arte de La Habana con la licenciatura en dirección teatral. En 1987 fundó Teatro Acuestas. Colaboró en diversos proyectos de Ediciones Vigía. Trabajó en las revistas El Caimán Barbudo y La Gaceta de Cuba. Al momento de su salida de Cuba se desempeñaba como director del Fondo Editorial Casa de las Américas.
En República Dominicana, fue editor de los periódicos El Caribe y Diario Libre, además de trabajar en el Centro Cultural Eduardo León Jiménes y en Newlink Communications, una consultora internacional de relaciones públicas. Es socio fundador de Ediciones El Fogonero, firma que ofrece consultoría en estrategias de comunicación y produce contenidos.
Entre otros: Premio Internacional de Cuento de la Casa de Teatro por su obra "Irlanda está después del puente", 2023. Premio Caonabo de Oro, República Dominicana, 2015. Sus escritos de Venegas han aparecido en reseñas y publicaciones de Cuba, México, República Dominicana, Canadá, Estados Unidos, España, Argentina y Alemania, entre otros. Es el creador del blog, El Fogonero, 2006.
Ha publicado: Las canciones se olvidan. México, 1992. De transparencia en transparencia (Antología de poemas). Cuba, 1993. Los trenes no vuelven. Cuba, 1994. Poesía Cubana: La Isla Entera. España, 1995. Dossier: 26 Nuevos Poetas Cubanos. Mapa Imaginario. Cuba, 1995.Cine Vedado. Cuba, 1996. Nuevos juegos prohibidos. Cuba, 1997.Itinerario. República Dominicana, 2003. Irlanda está después del puente. República Dominicana, 2004.Afuera. España, 2007. ¿Por qué decimos adiós cuando pasan los trenes? República Dominicana, 2011. Atlántida, Libros del fogonero, República Dominicana, 2023. Estación del Norte, Libros del fogonero, Madrid, España, 2024. Itinerario seguido de Afuera, Libros del fogonero, Madrid, España, 2025
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