Por Lucio Pérez
...Es imposible vivir por muchos años, 
sin volver a nacer de vez en cuando.
           Dulce Maria  Loynaz.
 
Uno, dos, tres.
 El que no esté escondido se quedó.
 Ellos han perdido el camino de regreso
 No se ocultan a la espera del llamado,
 quién se atreve a detener el sol
 cuando se quiere poner en orden la mañana.
 Uno, dos, tres
 y el río se derrama desde el monte
 un río que derrama sangre bajo los pies cansados
 y cada pisada se convierte en el milagro.
 Solo que en este juego
 las reglas se han tornado diferentes.
 Uno, dos, tres
 el que se quede escondido se quedó.
 Ahora busco en mis recuerdos y trato de aprender de nuevo,
 pero ya envejecí esperando oculto.
 
 
											 
   
  
 
						













