Por Olga L. Martínez
De una tarde cuando llueve
Luis Gómez
De una tarde cuando llueve
gotea el mar, salta un pez
sin escamas: desnudez
del tiempo maltrecho y breve.
Es que el río no se atreve
a profanar sus orillas;
ni germinan las semillas
donde es estéril la tierra:
una mujer abre y cierra
al azar sus escotillas.
Venera los días grises
donde Júpiter se asoma,
sin prisa inhala el aroma,
de lejanas cicatrices.
Retoña. ¿Son sus raíces
rayos de diosa? Conmueve
viciar las horas, se mueve
como la luz y el reflejo,
desvaría ante el espejo
de una tarde cuando llueve.
Con esta composición poética la autora obtuvo Mención Especial en el Concurso de Glosas, “Luis Gómez”, Cumanayagua, Cuba, 2024. (N. del E.).