Por Orlando Pérez Torranzo

 

La lengua toca cielo en otra boca
confundiendo la vida en su desvelo
entre sueños se torna medio loca
palpa surcos de piel, palpa otro cielo

la lengua por debajo de un pañuelo
ceñido a una cintura que provoca.
Y vive de los sueños por el pelo
siente miedo ser polvo cuando es roca.

Así la vida bien parece poca
así se ve la vida con un velo.
En el cielo la lengua que convoca

ha llegado a pensar en otro duelo.
La lengua en otra boca llega al suelo
como polvo del beso que le toca.