Por Lucio Pérez
..el cocuyo al verlo triste
de luz le viste el umbral,
juntos esperan que el cielo
mañana vuelva a brillar.
Olga Lidia Martínez
Visten de timidez lo desconocido
sus sueños son ríos
que suben y se rompen
en nubes de aguaceros.
Ellos no saben las noches
que le faltan al tiempo,
sus soles son eternos
y hablan de cocuyos,
de mariposas que embarran de luz los caminos.
Hay tanto que aprender
para que el fruto no adelante a la floresta.
Aprender de sus silencios
del chisporreteo de las risas
cuando liberan las estrellas.
Hay tanto que aprender,
que la humildad del ejercicio
nos haría volver al cántaro de la inocencia.