Por Olga L. Robaina
¿Acaso puede la aurora
enamorarse del cielo?
Quizás... si de tanto anhelo
se le va rompiendo el alma.
Quizás... ansíe la calma.
Quizás... suspire un desvelo.
Quizás... hasta envidie el vuelo
de la lluvia cuando canta.
Por Olga L. Robaina
¿Acaso puede la aurora
enamorarse del cielo?
Quizás... si de tanto anhelo
se le va rompiendo el alma.
Quizás... ansíe la calma.
Quizás... suspire un desvelo.
Quizás... hasta envidie el vuelo
de la lluvia cuando canta.