Por Ana L. López
Puente, abismo, abrazo, mar, clavícula, flor, burro, mujer. Nombrar las cosas importantes siempre resulta, más cuando estás en medio del fuego sin una brecha, solo humo, ardor, ardor. Cuántas veces me salvé del puente, logré cruzarlo sin mirar el abismo. El abismo que es bueno dando abrazos. Nunca quise que me abrazara el mar, traicionero me agarró de espaldas y rompió mi clavícula, apenas pude defenderme. Las olas son como flores con espinas, no hay de dónde aferrarse. Un burro quizás caiga de un puente por pura estupidez, o al abismo y se deje abrazar por él, por el mar, o por todas las burras, pero el burro es amigo. Un burro puede salvar a una mujer y entonces es menos burro, y la mujer menos estúpida. Subjetivamente la flor que estaba, no en la clavícula, se convierte en mar, en abismo, puente por donde puede cruzar el burro, y la mujer agradece de corazón el abrazo. No siempre las cosas importantes se relacionan, o se entienden. Si usted no lo entiende es burro, aunque sepa de mujeres, de flor, de abismos, puentes, clavícula o abrazos. Tenga en cuenta que temo al mar, que estoy en medio del fuego, y tuve un amigo, no debe entender el resto. La mente es un abismo, todo lo demás arde.