Por Pedro Silva


El frío terminó sus acordes de nieve
me acerco a un árbol mugriento que gime
Veo lágrimas
recuerdos que no lograron su travesía
Una ardilla recorre el trébol
le digo que no está solo
es una misma agonía
y puede caminar
pero sigue triste con sus ramas deshojadas
Mis amigos decidieron irse
no cabía mi corazón en sus maletas
y no importa lo que hagas
siempre se irán
Son lápidas y cementerios vacíos
¿Qué queda después del dolor?
¿Quien llora cuando no estamos vivos?

Siento un canto de lágrimas detrás del horizonte
y me aferro a la balsa para no morir
Pero la noche deja un árbol de luz
para los que de vez en cuando mueren.