Por María Herrera
Ahí donde el silencio rasga el alma
y corta la piel,
ahí donde quiero huir de las miserias…
¿Cómo escapar del amor?
Interpela en ecos el interrogante de tu ausencia.
Exasperas los sentidos ,
desequilibra el silencio de tu voz;
es como luchar contra el viento
y querer aplastar los cerros con los pies.
¿La vida deja más dolor que la muerte?
¡Las de las antinomias,
son las almas que tengo!
Abruma el arrepentimiento.
Ambigua debilidad.
¡Beberé libertad!
Yo...
El cabello en rebelión batalla al viento
y en el rostro perpetuo está, el maquillaje del tiempo,
se combinan con las dudas del mirar
rompiendo todo cordón de la cordura.
Yo, solo yo…
Sin presiones sociales,
indómita en la naturalidad
me castigo con la libertad.