Por Charles Bukowski
Así que quieres ser escritor
Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón,
de tu mente, de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.
Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.
Si primero tienes que leerlo a tu esposa,
a tu novia, a tu novio,
a tus padres o a cualquiera,
no estás listo.
No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
o hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.
El hombre del piano
El hombre del piano
toca una pieza
que no compuso
canta una canción
que no es suya
en un piano
que no es de él.
mientras
la gente en las mesas
come, bebe y platica.
El hombre del piano
termina
y no hay aplausos
luego
comienza a tocar
una nueva canción
que él no escribió
comienza a cantar
palabras
que no son suyas
en un piano
mientras
la gente de las mesas
continúa
comiendo, bebiendo y platicando.
Cuando él termina
sin aplausos
anuncia en el micrófono
que tomará un descanso
de diez minutos
se va al baño
y entra
cierra la puerta
saca un toque
y lo prende.
Está feliz
de no encontrarse
en el piano
y la gente en las mesas
comiendo, bebiendo y
platicando,
feliz
de que él
no esté ahí.
Así sucede
casi en todas partes
con todos y
con todo,
tan violento
como cuando en las
altiplanicies
se incendia
el negro cisne.
Suerte
Lo que está mal de todo
esto
es ver a la gente
tomando café y
esperando.
Los empaparía de suerte,
la necesitan,
la necesitan incluso más
que yo.
Me siento en los cafés
y los veo
esperando.
Supongo
que no hay mucho más que hacer.
Las moscas suben y bajan
en la ventana
tomamos nuestro café y
fingimos no mirar
a los demás. Yo
espero con ellos.
Entre el movimiento
de las mosca
la gente camina.-
Poesía
Se
requiere
de mucha
desesperación
insatisfacción
y desilusión
para
escribir
unos
pocos
buenos
poemas.
no es
para
todo mundo
ya sea para
escribirlos
o siquiera para
leerlos
Se amable
Siempre nos piden
que entendamos
el punto de vista de los demás
no importa cuán
estúpido o
aburrido sea.
Te piden que veas
su fatal error
sus vidas malgastadas
con amabilidad,
especialmente si son
viejos.
Pero la vejez es el total
de nuestros actos
ellos envejecieron mal
porque vivieron
mal,
rehusaron ver.
¿No es su responsabilidad?
¿De quién es?
¿mía?
Me piden que no les diga
lo que pienso
por miedo de su
miedo.
La vejez no es un crimen.
Pero la vergüenza
de una vida
deliberadamente
malgastada
entre tantas
vidas
deliberadamente
malgastadas.
Si lo es.
El pájaro azul
Hay un pájaro azul
En mi corazón
Que quiere salir
Pero soy demasiado
Listo, sólo lo dejo
Salir
A veces por la noche
Cuando todo el
Mundo
Duerme.
Le digo ya sé que
Estás
Ahí, no te pongas
Triste.
Después lo vuelvo
A introducir, y él
Canta un poquito
Ahí dentro, no lo
dejé morir
Del todo
Y dormimos juntos
Así
Con nuestro pacto
Secreto
Y es tan tierno como
Para hacer llorar a
Un hombre,
Pero yo no
Lloro,
¿lloras vos?














