Por Naizomi Getav
Se retrata el deseo en los lienzos de la carne, pincel y carmesí son la empatía en un paisaje de lujuria desvestida por las manos sedientas del viento.
Estiran los segundos sus cuerpos, los minutos se detienen admirando el éxtasis de un paréntesis apasionado encerrando al tiempo en un orgasmo infinito que respira y muere en el intento de no rogar al placer detenerse.
¡Ah, la imaginación vuela vehemente, imparable, imparcial besa los pies del miedo, seducidos están los deseos del deseo mismo!
La piel en entrega es volcán, vaivén orgásmico cual sauce mecido a la fuerza poderosa del aire..., los ríos bañan con sus dulces y gratas aguas la vida que a la tierra engalana.
Grandes humedales son regocijos a las sábanas de seda.
La naturaleza del ser despierta...
Despierta y se recrea entre los brazos de un deseo con sed.
De Los narcisos de Naizomi.
México (10 enero 2023).