Por Abel Guerrero


Por una mirada
doy un aguacero
y todo el verano
a cambio de un beso.

Por una sonrisa
catorce canciones
y un rayo de luna
por dos caracoles.

Doy un papalote
por una mañana
y por sólo un guiño
una rosa blanca.

Mas, por esa estrella
que brilla en el alba,
no lo intente, amigo,
¡no me ofrezca nada!