Por Antonio Velázquez


Como una hoja
que el viento mueve,
auque alas tenga,
brillantes, verdes,
besando flores
a estancias breves:
retoza, gira,
se pierde a veces.
Luego regresa
cantando alegre,
toca una flauta
larga, muy leve
y lo que toca
nadie lo entiende.
Después se aleja,
desaparece,
como una hoja
que el viento mueve.

De El silencio mira.