Por Joel Garnier

que he vuelto a ser tierra a la vista
el mar tiene manchas y sílfides
los agradecidos hablan de los peces
los ingratos evaden sus impuestos
evidentemente son corsarios
en este verso navega el hombre
que sobrevivió a la guerra de los cuernos
molido y sin velamen
pero quién podrá atraparlo
si cada vez que naufraga
emerge de tus senos

 

Cisne con plumas erizadas

en tus aguas lancé mi desnudez
y amé tu astral luminiscencia
puse sobre un iceberg aquel fantasma
que tanto nos jodía con sus ojos azules
y le di con furor
hay golpes en la vida tan buenos  
tan locos   
                    yo no sé
golpes de Vallejo contra esos demonios
que se hacen pasar por bautizados
y convertidos a la fe que un día
devoró nuestros temores

 

El cuerno

hería mis labios y dije
presto mis pulmones
cuando puedo soplar desde las manos
presto las manos
cuando puedo palpar desde los ojos
los ojos no los presto
solo ellos pueden llorar lo inverosímil
besar el cuerno
no he podido