Por Pepe Sánchez
A Náthaly Rossi, mi nieta.
Y que ya nadie se asombre
de que la noche y el día
se fundan, y algarabía
sea el sonido de un nombre.
Ni que la vida se alfombre
con los ojos de mi nieta.
Náthaly, deja en la grieta
del amor su canto y verso,
que para cruzar lo adverso
tendrá la luz del poeta.
Daniel José
A Daniel José, mi nieto.
Como el José de Israel
sobre el bien y el mal se empina,
con sangre española y china:
claro que hablo de Daniel.
Mi nieto que es copia fiel
de mis andanzas y sueños,
ya canta y pinta con risueños
caminos de cubana.
Y entre dos besos porfía
su voz de historia y empeños.
Tomado de la Antología: Regalo de abuelos. Editorial Voces de Hoy, Miami, Florida, EE.UU., 2020.