Por Mariam Aguilar

 

Este es el cuento de la niña Infanta Mariana que tenía un amigo que se llamaba Mario Anastasio Memocubobo, hijo de un tal Mario Anastasio Memo y de una tal María Anastasia Cubobo, de la ciudad de Delosbobos, en la provincia de Tontilandia. Un día ese amigo se acercó a un lago donde había una culebra muy grande y la quiso matar con un palo, pero en eso llegó la niña Infanta Mariana y le dijo: “No la mates, pobrecita”, y el niño le respondió: “Sí, porque es muy fea”, y la niña le respondió: “Si a ti no te han matado por feo ni por tener unos nombrecitos tan raros, deja entonces que los demás vivan”. Arrepentido, el niño botó el palo y se abrazó a su amiga llorando.


Tomado del libro inédito Acuacuenta (N. del E.).