Por Antonio Velázquez

 

Luisito es como mi hermano,
pues creció junto conmigo.
A veces pelea por gusto,
pero al final es mi amigo.

Tiene pocas amistades,
se lleva mal con la gente,
porque los demás le miran
los defectos solamente.

En mi casa me enseñaron
a cumplir con lo que digo
y a conservar la amistad
cuidando siempre al amigo.

Si tienes un buen amigo,
no le mires el defecto,
que en este mundo no hay
ningún amigo perfecto.

No lo maltrates en nada
ni lo trates de ignorante,
que conservar la amistad
eso es lo más importante.

Tomado de: El silencio mira. Ediciones Centro Kairós, Matanzas, Cuba. (N. del E.).