Por Laura Irene Hernández Simón

(Continuación)

Martes 28 de octubre

Me sigo queriendo morir. Entre tantas peleas no puedo ya ni oír bien. Mis oídos duelen de escuchar tanto odio entre seres que deberían amarse. Nadie habla conmigo, todos en casa me ignoran, no tengo lugar, solo me siento más acogida cuando estoy cerca de David. Con él me han pasado algunas cosas buenas que nos hicimos amigos gracias al ejercicio del psicólogo, que me animó para aprovechar estos dos meses al máximo, tanto que ya puedo llamar amigos a algunos compañeros de mis compañeros de aula. Ya me relaciono con ellos. Eso también gracias a mi Cielo. No sé si eso que estoy sintiendo es transitorio, pero por lo menos con él mi locura se justifica por amor, y por momentos me siento en las nubes. Eso no quiere decir que no tenga miedos ni dudas.

Esos dilemas siempre van a estar. Pero por un rato me siento con menos fuerzas. Hoy eché siete pétalos rojos. Ya ni me sorprende la repetición de ese color. Me ha empezado a gustar; se vuelve cada vez una tonalidad más interesante. Me recuerda mucho a mi hermana. A ella le encantaba el rojo para todo; no le gustaba el rosado como a otras niñas de nueve años. Mi mamá ha estado llorando sin consuelo por estos días. Se acerca la fecha que debió ser el cumpleaños de mi hermana y no su muerte: otro motivo más por el que mi vida no tiene rumbo. Adondequiera que mire es lo mismo, aunque ya mi vista es un poco distinta. Por lo menos, ya me empecé a elevar con verdades y mentiras a través de la ilusión de sentir el Cielo más cerca de mí. Aunque sé que es pasajera… O no…, no sé… Por momentos no sé ni qué debería pensar. Vamos a ver si salgo menos loca de esta situación. Otra vez me voy a pasar algunos días sin escribir. Tengo las ganas muertas al igual que mi alma y, sinceramente, no sé de dónde sacar fuerzas, Los días se van poniendo muy fríos y mi corazón se ha empezado a mezclar con la lluvia y este aire que hiela. Dentro de poco me volveré tan fría como este llanto que cae del cielo sin reposo.  

(Continuará)

De: Consejo Nacional de Casas de Cultura, La Habana,  2018.

Con este cuento la autora obtuvo Primer Premio en el Encuentro-Debate Nacional de Talleres Literarios Infantiles. (Ciego de Ávila, 2018).