Por Arístides Vega Chapú

No tengo la destreza de un carpintero
ni valor para atravesar los océanos
o el esplendor de los cielos que adornan
el mundo.
Falta en mí el talento de los sabios
que mañana descubrirán un secreto.
Tampoco se me premió con el don
de la sanidad,
ni pude conocer el noble lenguaje
de los mapas
con que un cartógrafo dibuja las tierrasmás lejanas.
Perdóname, hija,
pues todo cuanto puedo es ordenar estas
palabras
que ojalá te sean útiles.

 

De Dibujo de Salma (Editorial Capiro, 2006).