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Por Airan Morales

Cuando encontré este lugar creí que esas malditas cosas no me hallarían; la tranquilidad no es eterna, tarde o temprano tendré que abandonarlo todo e ir en busca de seguridad. Pensé que este sería el lugar indicado para tener descendencia. Parece que fue ayer cuando mis crías correteaban por todos lados devorando el vital líquido que fluye por túneles subterráneos.

De hecho, así es. Pero de nuevo gigantescos seres con cuatro garras afiladas arrasaron lo que hace tres días llamé hogar. De manera que no me queda otra alternativa que saltar con mis seis patas y alejarme lo más posible a otro lugar, lo cual sería inevitable. Por suerte, para mi especie hay millones de sitios mejores nombrados perros.

Con este cuento el autor obtuvo Mención Especial en el Encuentro-Debate Municipal de Talleres Literarios (Cumanayagua, octubre de 2021). (N. del E.).