Por Charo Guerra

Callada, lejana, inmutable.
Ordinaria. Vulgar.
Experta, neófita, perfeccionista y descuidada.
Frugal, desatinada, megalómana.
Triste, enloquecida.
Genial, desgarradora, lastimosa.
Embaucadora, desleal.
Experta, voraz.

Triunfadora, infiel, honesta.
Atroz y bella y armoniosa.

-II-

Tejedora de alfombras, pensadora, ocultista, prostituta.
Pianista, bailadora de tango.
Letra muerta.
Payasa, artículo de feria.
Naturalista y jardinera.
Invisible. Amiga. Proxeneta.
Pintora, performista, mesera, escanciadora de vinos.
Cocinera de manjares para perros.
Tocadora de flauta.
Estrella del bolero.
Dibujo, trazo e invención.
Modelo de Picasso.

Ojos de tigre

En su bosque salvaje está brillando el cuenco verde-oscuro
una luz que se expande limitada por puertas y ventanas circulares
que comunican con el mar.
Están acumulándose las lágrimas del tigre
mojando nuestros pies con su flujo constante.
Absorta en la caída,
ya veo cómo avanzan.
Es el tigre, sus ojos, su mirada.
Y voy sintiendo que sus lágrimas
podrían rebosar el universo.
Cierro las puertas de nuestro laberinto.
Condeno las ventanas
y todo orificio que sirva de atalaya.
Sin embargo.
Yo bien me perdería en los ojos del tigre,
naufragaría en sus desbordamientos
en esa luz que ha sido su belleza.

Cenital de las ciudades

para María

Nadie quiere ver el espectáculo de la bestia estresada
por la proximidad de la navaja
y el comercio de nervios.
Antes que hieda,
vendrán los empleados
a sepultar despojos en las escarpaduras,
desangramientos múltiples, detritos que contaminan la ciudad.
Los edificios no dejan avistar la periferia
donde el viajero intuye
la intimidad profunda en tonos escarlata.
De humo platinado se alzan las columnas
en las tesorerías y en los palacios de gobierno.
Hay paredes de agua,
pedazos de murales y versiones de historias oficiales
donde domina el áureo.
(Está en el oro la protección del oro.)
Una concentración de lluvia ácida
almacena toxinas en los escurrideros de los bordes.
Ni un grano de impureza caerá sobre el viajero.
Su iris se place en la epidermis,
en la Biblia cromada que registra el ocio
y muestra sobre la página:
placas de bronce,
fechas, nombres, estilos.

Campo visual de la doméstica

Mirada triangular
cuando Isadora baila la ropa en los cristales.
La doméstica observa por refracción
el movimiento
y los contornos.
Detalla respiraciones agitadas.
Más allá del cristal
otro mundo es comercio, oficinas,
tecnocracia...
Ninguno de esos seres
verá lo que transcurre
más allá de la piel de sus ventanas.
Ninguno puede verlo.
Isadora se abraza al airecillo de cuaresma
y pacta junto a él su ondulación de diosa.
La doméstica conoce el episodio,
presiente el fin
aunque el tejido severo no deja de bailar
transparentando piernas, brazos,
el pelo circulante de Isadora.
El tejido blanquísimo está seco
sorprende la irreverencia de un aplauso
que escucha la doméstica
cuando Isadora se despide
haciendo un profundo ademán de cortesía.
Danza del reposo,
de la serenidad, de diosa en su lisura.
Desde un balcón hacia el vacío:
mirada triangular (isósceles),
y el cuerpo de Isadora entregado al aroma
a la ausencia de ácaros,
caliente aún para mezclarse con la vencida naftalina.

Acerca de la tocadora de flauta
(Sócrates tal vez quiso agregar,
“su melodía nos distrae, nos roba la razón”.
aunque solo ordenara a los discípulos:
“Callen a la tocadora de flauta”.)
En los palacios, en los suburbios,
en los jardines, en los pantanos,
en los banquetes del amor:
“Callen a la tocadora de flauta”,
dijo Platón que dijo Sócrates.
Invisible columna de humo.
(Nada soy.)
Música del agua rozando tuberías de oro.
(Nadie soy.)
Sonidos del agua fétida
percutiendo en las piedras de la zanja.
Silbido de la escoria en el profundo viaje hacia la nada.
Fermentada burbuja la música
inoportuna, enfática,
furiosa en el concierto
de otra voz doctrina.
“Cállenla”, dijo Platón que dijo Sócrates.
¿Será que presentía el holocausto
en los aireados jactanciosos de la flauta?

Jarra de Bohemia

Con la caída de la jarra
intuí una catástrofe.
(La jarra de porcelana
dorada en los rebordes
por una obrera de Bohemia.)
(La que estrené con el licor de Becherovka.)
Ventura o adversidad:
presentí la noticia
en la fractura de la pieza.