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Por Antonio Velázquez

 

Flores en la clavellina,
hay flores en el macío,
más flores en esos bosques
y en las orillas del río.

Hay flores por dondequiera
que el río su cauce extiende;
el río y las flores hablan,
pero nadie los entiende.

Una serpiente fluvial
dibuja el río en su viaje,
y las flores le regalan
sus colores al paisaje.

Andan juntos río y flores
al bajar del lomerío,
hay un pacto de belleza
entre las flores del río.