Por Joan Carlos Harris Lescalle

Un día fui de paseo con mi gato Coquito al río, y descubrimos que hay una cueva oscura y tenebrosa. Mi mascota, curiosa, entró allí, mientras yo, asustado, corrí tras ella. En la cueva había un león ¡y era muy grande! También había piedras muy extrañas, pero a la vez, hermosas. Con miedo me quedé detrás de una de ellas, observando y temiendo que pasara lo peor con mi Coquito; pero para mi sorpresa, vi cómo mi felino, con las acrobacias que se puso a hacer alrededor del león y jugueteando con su cola, logró que el fiero animal lo mirara sonriente y de repente se pusiera a jugar con él, al tiempo que este le decía:

—Hace mucho tiempo que nadie entraba en esta cueva; por lo que me sentía aburrido, solo y abandonado…

Entonces mi gato dio un brinco alarmado, y con un ademán lo invitó a jugar.

Desde ese día mi gato y yo le llevamos comida a nuestro nuevo amigo león.

Al contarles a mis amigos sobre esta aventura, estos no me creyeron. Entonces los llevé a conocer al león, y al igual que yo, se sorprendieron al principio, pero después se admiraron y desde ese entonces todos nos volvimos los mejores amigos.

Con esta obra la autora obtuvo Premio en el Encuentro Provincial para Niños Escritores, Cienfuegos, 2022. (N. del E.)