Imprimir

Por Iruan Luis Cordero

Me conociste frío, inmóvil
como una fotografía.
Te me acercaste acompañada,
mas los vértigos de febrero
te despertaron bajo mis sábanas.
No dudaste,
yo, no lo pensé,
y hoy brotamos más fuego que un volcán en erupción;
aunque el humo de nuestro amor
pudiera molestarle a alguien,
no importa,
imprudentemente nos amamos.