Por Yailén Díaz

I

Concluyo: me siento presa
de alguna palabra cuando
golpea y me va menguando
con efectiva crudeza.
Intuyo: que la torpeza
ha tendido una emboscada,
la hipnosis de su mirada
me conduce por la gruta
de la palabra, su ruta
final se vuelve estocada.

 

II

Caigo: porque es mi destino.
Estoy donde esta palabra
tan impaciente me labra
las raíces del camino,
donde visualizo el fino
cordel de la incertidumbre.
No es simple, pero costumbre
de quien lo trastorna todo
para llegar de algún modo
a su insospechada cumbre.


De: Antología de la nueva poesía cubana 1970-2010. (N. del E.)