Por Ana C. Rosabal

Sé de ti porque lo vivo.
Sé de tus andares, travesuras y escaladas.
Y aún así, deseo quererte más que un beso.
Viento de mis noches, luz de mi almohada.
Sé que eres libre aunque digan lo contrario.
Sé de tu alma gemela que se escabulle en una cama.
Y aún así, decido enarbolarte en mis sentidos.
Deuda de tus juegos, prefiriendo ser tu dama.
Sé que un día irás tras la vela de otra barca.
Sé que buscarás mis aparejos en su buque.
Mas, solo tendrás una débil esperanza.
Un día seré a lo lejos tan solo algún recuerdo.