Por Jesús Paz

Hace ya algunos meses, un acontecimiento atrajo la curiosidad de los cumanayagüenses, y es que, por obra y gracia de la casualidad, ha aparecido un olvidado cementerio de nuestro pueblo, el que muchos califican como el primer camposanto. Sí, ahí mismo, en pleno corazón de Cumanayagua, frente al Prado, los constructores que acometen la edificación de un grupo de viviendas, encontraron restos humanos cuando realizaban las zanjas para la cimentación de dicha obra, por lo que fue necesaria una acción arqueológica.

El trabajo de los arqueólogos, según Roberto Pérez Fernández, especialista que ejecutó la actividad, consistió en una intervención de rescate en las excavaciones realizadas por los constructores, propias para la ejecución del proyecto constructivo, con el objetivo de recoger toda la información posible sin realizar excavaciones puramente arqueológicas en el sitio; con esta acción pudo corroborarse por los entendidos que, efectivamente, teniendo en cuenta las características de los enterramientos, en este caso ubicados la mayoría de este a oeste, la forma en que se encuentran acomodados los cuerpos y su distribución por el área, evidentemente fue un espacio dedicado a enterrar a los difuntos. Ahora, en qué época, a quiénes enterraban allí, qué culto se les rendía, qué ofrendas utilizaban y muchísimas interrogantes más, quedan aún por esclarecer, por lo que se hace necesaria una intervención con toda la metodología arqueológica, para desentrañar estas incógnitas sobre la historia de nuestra localidad.

Según las publicaciones en redes sociales sobre el acontecimiento, se especula que este cementerio data del siglo XVII. Sería un gran aporte a la ciencia probar esto, porque según la literatura especializada sobre el tema, este tipo de enterramientos comenzó en el siglo XIX. En un artículo publicado por la BBC de Londres, con fecha 13 de febrero de 2015, por Jonathan Glancey, ubica como primer y más importante cementerio fuera de los patios de las iglesias al Pere Lachaise, que abrió en 1804 a pocos días de que Napoleón Bonaparte fuese proclamado emperador, pues fue este, quien por decreto ordenó la construcción de cementerios con diseño de jardines alrededor de las ciudades y comenzó a difundirse esa práctica por toda Europa.

Con toda esta polémica fuimos a consultar lo publicado al respecto por la literatura local y encontramos que en Estampas Cumanayagüenses,  escrito por un grupo de intelectuales de la localidad y publicado en 1951, en  una de sus estampas: “Cumanayagua en 1848 (cuento)se narra  la historia de un feliz matrimonio conformado por Luis Suárez y Rosa García, recién llegados de las Islas Canarias, quienes luego tienen un hijo al que llaman José, y esta familia conforma la leyenda de por qué se le pone el nombre de “El Tablón” a su finca, pues en dicho cuento (página 89) se refiere cómo había un tablón para pasar el río Hanabanilla con rumbo a dicha finca, y que una mañana los tres miembros de la familia amanecieron muertos en su casa, fulminados por un rayo; en el cuarto párrafo de esta página podemos leer que “…los tres cadáveres con el acompañamiento de todos fueron sepultados en el pequeño cementerio que entonces existía, donde hoy se halla el busto de José Martí…”

En otra de las estampas de este libro —en el último párrafo de la página 97— podemos leer que “...en el Paseo Martí, frente al hermoso edificio del Casino Español, hay un  busto levantado al gran revolucionario cubano José Martí…”

Como pueden ver, este busto de Martí estaba frente al lugar donde se encontraron los restos, y es el mismo cementerio al que se hace referencia, el lugar en donde enterraron los tres cadáveres mencionados anteriormente; ese entierro sucedió en 1848; por tanto, podemos afirmar que este cementerio estaba activo desde la primera parte del siglo XIX.

En la revista “Entre Ríos” No.4 (3 de mayo de 2004), publicación de la iglesia católica de nuestra localidad, consultamos un artículo publicado por Tony Becerra Carranza, Cumanayagua: de corral a ciudad”, donde describe así los inicios de la formación del poblado:  “…Luego, un mojón de marca junto a unas chozas, algún establecimiento, un punto de descanso para los caballos, un templo humilde con un cura de Camarones, un cementerio próximo, todo junto al camino central” Esta descripción nos advierte que el cementerio estaba al lado del camino real  y más adelante en ese mismo artículo, Tony escribe debajo de una foto del cementerio actual: “…El cementerio estuvo primero en el camino real, muchos años después fue trasladado al callejón del mejicano (hoy Rafael Trejo), hasta su ubicación en la loma de La Cruz a principios del siglo XX, donde se encuentra actualmente…

En Estampas Cumanayagüenses también encontramos el artículo Recordando el pasado, de Ambrosio Genaro Hernández, donde refiere que “…por el año 1863 se inaugura el cementerio, construido con $ 400.00 dejados con este fin por el cura Escobar y donaciones de los propietarios y vecinos de la zona…” Creemos que se refiere al segundo cementerio, ubicado en el Callejón del Mejicano, hoy calle Rafael Trejo.

Como podemos apreciar, estamos en condiciones para iniciar una investigación científica con el objetivo de determinar la cronología de los cementerios de nuestra localidad, tema que aún tiene muchos puntos por descubrir, pues según la tradición oral también existía uno en lo que hoy es la clínica estomatológica escolar y otros hablan de un posible camposanto en las cercanías del arroyo que pasa por detrás de la actual sede del Partido Comunista de Cuba (PCC) en el  municipio. ¿Cuál sería el primero?, ¿existirían esos otros? ¡Historiadores… hay tarea…!

 

Fuentes consultadas

Autores varios, 1951. Estampas Cumanayagüenses.

Becerra Carranza, Antonio: 3 de Mayo 2004, Revista Entre Ríos, No. 4, Iglesia católica de Cumanayagua.

Glancey, Jonhatan: 13 febrero 2015, BBC Culture.

Fototeca del Museo Municipal de Cumanayagua.